Paseo en las calles nevadas de Old Quebec – Crédito: Bonjour Québec
Considerado por muchos como uno de los destinos más románticos de Canadá, la provincia de Quebec es el escenario perfecto para una escapada en pareja. Cada rincón parece diseñado para inspirar amor y cada experiencia, para animarlos a intentar cosas nuevas. Uno de sus principales encantos es el idioma; el francés es la lengua oficial en esta región, aunque también se habla inglés. Así que podrán endulzarse el oído y hasta aprender a decirse cuánto se quieren en otro lenguaje. ¡Este destino tiene todo lo necesario para rebasar las expectativas de lo que se espera de un viaje romántico perfecto!
Montreal para dos, lujo al aire libre
Grande Roue de Montréal en invierno – Crédito: Bonjour Québec/Stéphan Poulin
Montreal presume el Río St. Lawrence, el mayor sistema fluvial de agua dulce del mundo y, además, su propia montaña ¡en plena ciudad! Sí, Mount Royal se levanta tan alto como cualquier rascacielos que se vea en el horizonte. Para una vista espectacular de la ciudad, suban hasta el mirador Kondiaronk de Mont Royal Park, desde donde podrán admirar la metrópoli en todo su esplendor. Este parque es obra de Frederick Law Olmstead, quien también diseñó el Central Park de Nueva York. Continúen su travesía romántica en el St. Joseph's Oratory que cuenta con una cúpula imponente que se eleva a 97 metros de altura, la más alta del mundo. Entre sus atractivos están la vista panorámica, la capilla original, los jardines y un museo.
Otro must es la Basílica de Notre-Dame, ubicada en el barrio encantador Old Port, que data de 1829 y se convirtió en la primera iglesia gótica de estilo renacentista construida en Canadá. Disfruten de Aura, un espectáculo inmersivo en el exterior e interior del recinto. La proyección sobre los muros y el retablo emocionan hasta quitar el aliento. Presten especial atención a los vitrales porque son una verdadera obra de arte.
Para las compras navideñas, Sainte-Catherine Street es un paseo imprescindible. A lo largo de casi 15 kilómetros encontrarán desde boutiques de diseñadores renombrados hasta establecimientos con recuerditos locales para llevar a casa, así como varias atracciones. Lleven su romance a una cita en Place-des-Arts, un complejo artístico y cultural. Ahí, podrán disfrutar de un programa lleno de música, teatro, danza, ópera, comedia y musicales con artistas locales e internacionales.
El amor en Montreal también se siente bajo tierra en RÉSO, una ciudad subterránea con más de 30 kilómetros de red de caminos y túneles que conectan con centros comerciales, estaciones del metro y edificios. ¿Qué más encontrarán ahí? Cientos de tiendas, 17 museos, una arena de hockey, un cine, clubs nocturnos y restaurantes.
Dediquen un día a Espace pour la vie, para descubrir este conjunto de maravillas que incluye un Biodomo, el Jardín Botánico, el Insectarium y el Rio Tinto Alcan Planetarium. Ahí podrán perderse entre miles de flores, cafeterías, exposiciones y espacios de contemplación, ideales para reconectar con la naturaleza y con el amor que los une.
Si su viaje es a finales de enero, no se pierdan el Igloofest, donde la nieve, música electrónica y diversión están garantizadas. Y no pueden irse de la ciudad sin subir a la Grande Roue de Montréal. Esta rueda de la fortuna, inaugurada en 2017, es la más alta del país. Un paseo al atardecer garantizará uno de los momentos más románticos del viaje. Preparen la cámara y disfruten de las vistas.
Hoteles con encanto para los más enamorados
Hôtel Birks Montréal en invierno – Crédito: Tourisme Montréal/Alexandre Parent - Studio Point De Vue
En el casco histórico de Montreal encontrarán el Marriott Château Champlain, remodelado recientemente. En la misma zona se encuentra Hôtel Monville, con habitaciones elegantes y de estilo minimalista que crean un ambiente de paz y sofisticación. A pocos pasos, ubicado en el edificio histórico de la joyería Birkel, se encuentra Hôtel Birks Montréal, destacado por su elegancia moderna y su conexión con la historia de la ciudad, un icono de lujo contemporáneo en el corazón del centro.
Por su parte, el Hôtel Omni Mont-Royal, ubicado en la Golden Square Mile, destaca por su ambiente romántico y sus vistas de ensueño. También está Le Saint-Sulpice, que combina lo mejor de los dos mundos; el encanto de la historia y el confort de la modernidad. Además, ofrece algunas habitaciones con chimenea y terraza.
Sabores del mundo para degustar en pareja
Panadería-café-restaurante Olive + Gourmando – Crédito: Tourisme Montréal
Montreal es un viaje gastronómico en sí mismo, donde confluyen talentos locales y de varias nacionalidades. Por ejemplo, en La Finca podrán disfrutar de un desayuno delicioso y luego visitar el mercado Jean-Talon, donde encontrará desde frutas y verduras frescas, hasta pasteles recién horneados, carnes y quesos de algunos de los mejores productores. Si son fanáticos de la comida peruana, Tiradito será su lugar. Para el antojo de pastas exquisita o pizzas de primera, Fiorellino es la parada obligada.
Como todas las grandes ciudades, Montreal tiene su Chinatown y, sin duda, resulta una muy buena opción para comer, en especial Kim Fung, que ofrece delicias cantonesas en un carrito para que ustedes elijan lo que se les antoje más. Y para esas tardes de caminata donde se hace necesaria una pausa, Le Petit Opus Café, con su ambiente europeo es ideal para brindar con un buen vino.
Crew Collective & Café es siempre una buena idea tanto por el edificio histórico que lo resguarda como por su menú exquisito. El pan dulce de este lugar es un agazajo. Y recuerden preguntar dónde comen los locales porque eso es una garantía. En este caso es Olive + Gourmando, con más de 25 años de servir delicias como panes recién horneados y ensaladas.
Laurentidas, un destino para el amor
Ski en Mont-Tremblant en las Laurentidas – Crédito: Bonjour Québec
Al norte de Montreal, las Laurentidas los invita a caminar juntos, a compartir momentos de emoción y a despertar en una cabaña rodeada de bosques que se tiñen de blanco en invierno. En los límites de la región se encuentra Mont-Tremblant que los espera con 102 pistas de nieve para ser exploradas en esquís o raquetas, mientras respiran el aire fresco de la montaña que los llenará de energía.
No importa si es su luna de miel, aniversario o un viaje especial para celebrar el amor, Mont-Tremblant les ofrece 754 hectáreas de terreno helado para recorrer practicando snowshoeing o fat biking. Cuando busquen un momento de relax, el Lago Tremblant y el Parque Nacional de Mont-Tremblant se convertirán en escenarios perfectos para un paseo romántico al atardecer tomados de la mano.
En el umbral de la aventura alpina se encuentra un encantador pueblo peatonal con calles adoquinadas y arquitectura europea, que ofrece más de 1,900 unidades de alojamiento, 78 tiendas y boutiques, decenas de opciones de restaurantes y espacios perfectos para disfrutar de su tiempo a solas con una cena romántica acompañada de vistas increíbles.
Ciudad de Quebec, amor entre murallas
Pista de patinaje en Old Quebec – Crédito: Bonjour Québec/Fabrice Jopusselin
Reconocida desde 1985 como Patrimonio Mundial por la UNESCO, la Ciudad de Quebec es la única metrópoli amurallada en Norteamérica, lo que la convierte en un tesoro de historia y encanto. Sus calles empedradas con aire europeo han sido testigos de siglos de memorias que se entrelazan con su arquitectura maravillosa, misma que podrán recorrer de la mano del amor de su vida.
El corazón de la ciudad es Old Quebec. Si viajan en invierno, empaquen sus botas más cómodas para recorrer a pie este destino durante todo el día. Lo más recomendable es hacer el paseo acompañados de un guía local, ya que les permitirá aprovechar al máximo cada joya de este destino.
El centro histórico, cuna de la América francesa, es un barrio vibrante con pequeñas tiendas y restaurantes imperdibles que ofrecen platillos exquisitos. Pueden comenzar por el sector de Parliament Hill, que agrupa edificios imponentes del gobierno de esta provincia, como el de la Asamblea Nacional, cuya arquitectura se inspira en el Palacio del Louvre, pero con un toque más clásico. En este sitio, encontrarán visitas guiadas de 75 minutos que los llevarán a conocer más de la historia no sólo de Quebec, sino también de todo Canadá. Además, justo enfrente se encuentra la Fontaine de Tourny, que en invierno llena de magia el entorno, con su decoración de temporada que incluye luces resplandecientes.
Otra parada imprescindible en la Ciudad de Quebec es Battlefields Park, inaugurado en 1908 para convertirse en el primer parque histórico de Canadá. Este lugar no sólo es un espacio natural para disfrutar, sino también un monumento vivo que conserva la memoria de eventos cruciales de la historia del país. Durante el invierno, el parque se transforma en un escenario de ensueño, donde tú y tu pareja podrán realizar caminatas en medio de paisajes nevados y aventurarse en raquetas de nieve, con el esquí de fondo o el patinaje sobre hielo. ¡Se van a enamorar perdidamente de sus vistas!
Si quieren sumergirse más en la historia de la ciudad y complementar las actividades al aire libre, vayan a las Fortificaciones de Quebec, la Ciudadela y la Basílica Catedral Notre-Dame. ¡Es realmente hermosa! Sumen a la lista Place-Royale y vayan a ver Fresque des Québécois, un mural con efecto visual que ilustra 400 años de historia. Terminen el día en Quartier Petit Champlain para subir al funicular que les regalará una perspectiva diferente del invierno.
Si les apetece algo de diversión en la nieve, en la Ciudad de Quebec también podrán deslizarse a 70 kilómetros por hora en el tobogán de Dufferin Terrace, para disfrutar de la ciudad desde las alturas mientras descienden a toda velocidad. Para patinar sobre hielo vayan a Place D’Youville, una pista rodeada de edificios históricos.
La ciudad también ofrece un ambiente más bohemio para celebrar el amor en el barrio Saint-Jean-Baptiste. En la caminata encontrarán el ascensor del Faubourg que los llevará a otra zona repleta de color: Saint-Roch, donde podrán gozar de la gastronomía, cultura, tecnología, moda y vida nocturna. ¡A brindar por el amor!
Las parejas más aventureras querrán visitar las Cascadas de Montmorency, que son incluso más altas que las del Niágara. También están las del Cañón Sainte-Anne y el Parque Nacional Jacques-Cartier. El sonido del agua siempre es relajante y, en invierno, el paisaje se vuelve aún más cautivador.
La Ciudad de Quebec también es conocida por sus festivales. El Carnaval de invierno es uno de ellos y dura 17 días. ¿Se imaginan cuánta emoción al aire libre? Podrán divertirse con las carreras de canoas que se celebran a lo largo de las aguas congeladas del Río St. Lawrence, donde los grandes trozos de hielo son los protagonistas. Además, hay artistas de todo el mundo que se reúnen en las fechas invernales para la competencia de esculturas gigantes de hielo que llegan a pesar hasta 360 toneladas. También se celebra la carrera de trineos jalados por perros. Estos recorren, a toda velocidad, las calles estrechas de Old Quebec que se visten de blanco cuando baja la temperatura. Un tip extra: busquen a Bonhomme, que es el personaje oficial del carnaval, para que se tomen una foto juntos y la agreguen a su álbum romántico.
¿Dónde hospedarse? Entre historia y paredes de hielo
Hôtel de Glace en invierno – Crédito: Bonjour Québec
Un viaje en pareja amerita una estancia inolvidable, y Fairmont Le Château Frontenac, un icónico castillo que data de 1893, es el lugar perfecto para ello. Con su elegancia y vistas impresionantes, este hotel emblemático ofrece una experiencia romántica y exclusiva con hermosas habitaciones, alberca techada y un servicio inigualable.
Otra opción es el Hotel Clarendon que se levanta frente al ayuntamiento y ha sido parte de la historia de la Ciudad de Quebec desde 1870. Y aunque fue renovado hace cinco años, su encanto clásico sigue intacto, ofreciendo a las parejas una alternativa única que fusiona la elegancia del pasado con el confort moderno. De más reciente creación y con un lujo impecable, La Mansión Monsieur Jean cautiva con su diseño refinado y elegante. Sus amplios ventanales que enmarcan vistas impresionantes, crean un ambiente perfecto para su escapada romántica.
El Hotel Le Capitole es uno de preferidos por su diseño contemporáneo elegante y su impresionante vista panorámica de la ciudad. Este lugar ofrece una experiencia única que inicia con la bienvenida en su recepción, ubicada en el séptimo piso. Otras opciones son Palace Royal, Marriott Québec Centre-ville, Hôtel Château Laurier Québec y el Hotel 71, cada uno con su propio estilo y comodidades excepcionales, les garantizarán que su escapada romántica sea tan cómoda como inolvidable.
Si lo que buscan es salir de lo común y vivir algo único, deben visitar el famoso Hôtel de Glace. Cada invierno, este hotel se reconstruye desde cero con nieve y hielo para convertirse en una obra de arte efímera que promete una estancia única. No sólo podrán hospedarse, sino también pasear, patinar, comer y beber rodeados de hielo, y hasta tomarse un momento para relajarse en el spa al aire libre. Con diferentes tipos de suites y espacios diseñados para veladas románticas, bodas íntimas y propuestas de matrimonio, este lugar ofrece una experiencia inigualable para celebrar su amor.
Deleites para el paladar con manjares exquisitos
Experiencia gastronómica en el restaurante Chez Muffy – Crédito: Destination Québec Cité/Francis Gagnon
La Ciudad de Quebec es famosa por su cocina y su impresionante selección de restaurantes de calidad. Por ejemplo, Tanière3 ofrece creaciones locales innovadoras. Otro espectáculo culinario es el de Chez Muffy, donde se evocan sabores europeos, pero con ingredientes de su propia huerta.
Es bien sabido que algunos chefs plasman en sus creaciones recuerdos de los lugares por los que se sienten cautivados. Este es el caso de Laurie Raphaël, en el que su fundador, Raphaël Vézina, prepara delicias exclusivas, usando los ingredientes en tendencia. ¡Un imperdible para su travesía juntos! Legend de La Tanière es otro ejemplo de buena cocina, donde cada platillo refleja la sazón local de Quebec. Por su parte, Saint-Amour, del chef Jean-Luc Boulay, apuesta por una fórmula sencilla pero infalible; una fusión perfecta entre la cocina europea y la quebequense. Su ambiente íntimo y acogedor lo convierte en el lugar perfecto para una cena de dos.
Por su parte, en Le Clan, la pasión del chef Stéphane Modat por los productos locales se sentirá en cada bocado. ¡No se vayan sin probar sus platillos estrella como la trucha ártica Salluit y la langosta Natashquan! Además, Le Continental, una joya de Old Quebec despliega en cada destalle la sofisticación y elegancia de la cocina francesa. Sus especialidades, como el pato a la naranja y las crepes Suzette, son el toque perfecto para un comida íntima y memorable.
Spa time, ¡porque vale la pena!
Momento de relajación en Strøm Spa Nordique – Crédito: Destination Québec Cité /Jeane photographie
Entre fragancias envolventes y la calidez de aguas termales, el invierno se convierte en el escenario ideal para relajarse tras la aventura, desconectarse del mundo y reconectarse con el amor. Estos son algunos de los mejores spas de Quebec para visitar en pareja.
En el puerto del Río St. Lawrence de Montreal, se encuentra Bota Bota, asentado en lo que fuera un ferry. Desde sus cubiertas, la vista del río congelado es encantadora. El circuito de hidroterapia y los jacuzzis al aire libre están disponibles para que se relajen mientras la nieve cae suavemente. Un masaje en pareja y un facial serán el toque final para renovar cuerpo y espíritu antes de disfrutar de un platillo delicioso de su menú gourmet.
En el corazón de la Ciudad de Quebec, Strøm Spa Nordique es otra opción ideal para pasar una tarde de relax en pareja. Ahí presumen tener la alberca de flotación más grande de América del Norte. La experiencia que ofrece es de las más románticas que encontrarán en este viaje, pues está rodeada de velas. Imaginen meditar mientras reposan sobre sus aguas tranquilas, tomados de la mano. Además, cuenta con un baño de vapor de mármol y una alberca infinita al aire libre con vistas ínreíbles que invitan a la contemplación. Agenden un masaje para dos y dejen que las horas pasen mientras están más relajados que nunca.
Nordik Spa-Nature ubicado en Outaouais, cerca de Ottawa, es considerado como un paraíso de la relajación. Desde el momento en que lleguen, la calidez de sus espacios y las vistas abiertas a la naturaleza les hará sentir un ambiente de serenidad. A pesar de ser época invernal, muchas cosas suceden al aire libre. Sumérjanse en el agua caliente de los jacuzzis, mientras el aire gélido acaricia sus rostros, ¡será un deleite incomparable! Este sitio destaca por sus tratamientos como el del Källa -una de las pocas albercas de agua salada al norte de continente-. No se pierdan el ritual Aufguss que se celebra en la sauna con un guía experto. Es de los spas más grandes del país y tiene, incluso, un restaurante. Sin duda, esta es una cita para dos que no se deben perder.
La provincia de Quebec es un sí definitivo para el amor. Regálense el tiempo necesario para explorar todo lo que ofrece y vivir uno de los viajes más especiales de sus vidas.
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