8 razones para experimentar las legendarias carreteras de hielo
Se publicó una primera versión en inglés de esta publicación en el sitio web los espectaculares Territorios del Noroeste (the Spectacular Northwest Territories website).
Bienvenido a la tierra natal de las carreteras de hielo. Cada invierno, nuestra legendaria red de carreteras congeladas se expande por casi 2,000 kilómetros ofreciendo las aventuras automovilísticas más extremas. Justo en las afueras de Yellowknife se encuentra la carretera al pueblo Dene de Dettah, un giro literal sobre la congelada superficie de un metro de grueso del Lago del Gran Esclavo (Great Slave Lake). Más arriba, en la zona polar, podrás manejar sobre el océano Ártico. ¿Algo más sobre el resto del territorio? Una reluciente variedad de carreteras exclusivas de invierno hacia las comunidades tradicionales, hospedaje en un ambiente salvaje y un espectacular escenario natural. Estas son ocho razones para acelerar y lanzarte a un viaje por los caminos polares.
1. Cruce de renos
¿Cuál es el mejor lugar para ver renos en Canadá? El sistema de caminos de invierno del Delta Mackenzie. Cada primavera, 3,000 renos domesticados son arriados hasta el área donde nacerán sus crías junto a la costa, a través de la carretera de hielo al norte de la ciudad de Inuvik. El evento se ha convertido en un espectáculo internacional, en el que se reúnen cientos de visitantes y lugareños para presenciar esta migración.
2. Frías y atractivas comunidades
Las carreteras de hielo representan la línea vital para las alejadas comunidades del norte. Una docena de pueblos, que de otra forma estarían aislados, dependen de estas redes invernales para estar en contacto con el mundo exterior. Para ti, estas carreteras de hielo son, de alguna manera, la mejor forma de vivir la rica cultura y gozar de vistas estupendas en pueblos como Whati, Deline, Trout Lake y Aklavik.
3. Conduce hacia las auroras
Las mejores auroras boreales se encuentran lejos de las farolas que iluminan las calles de los pueblos. Conduce por una carretera de hielo hacia una oscuridad de ensueño, reclina tu asiento y observar cómo cobra vida el cielo.
4. ¡Es seguro!
Las carreteras de hielo no son peligrosas. Un pie de hielo aguanta un auto de pasajeros. Las carreteras de hielo de los Territorios del Noroeste son mucho más resistentes, con un metro de grosor ¡o más! Hay cuadrillas que las monitorean y les dan mantenimiento constante, llenando de agua la superficie para añadir capas de hielo extras.
5. Maneja por donde lo hace Alex
Ice Road Truckers, la serie de TV, es presentada por Alex Debogorski, camionero de Yellowknife– un personaje del Norte salvaje como quizás no haya existido jamás. Podrás recorrer las mismas carreteras que han convertido a Alex en una leyenda y quizás hasta llegues a conocerlo en persona.
6. Llega hasta el Castillo
Las carreteras de hielo son la única forma de llegar al famoso castillo de hielo de Yellowknife, la pieza maestra del Festival de Invierno Snow King, que se lleva a cabo durante todo marzo. ¡No te lo pierdas!
7. Donde rugen los animales salvajes
No te abufalees. En la temporada de congelamiento, una carretera de hielo se extiende desde el sur de Fort Smith a través del épico Parque nacional Wood Buffalo. Esta es la mejor forma de visitar las remotas zonas del sureste del parque, y una gran oportunidad de experimentar el histórico Fuerte Chipewyan, una de las comunidades del Norte más antiguas y pintorescas.
8. Conduce hasta Nunavut
¿Quieres manejar hacia Nunavut? Cada invierno, durante más de dos meses, las tierras de los Territorios del Noroeste se ven atravesadas por la carretera de hielo más larga del planeta, 600 kilómetros de autopista congelada que corre a través de lagos y tundra hasta la frontera con Nunavut. Aunque fue diseñada para camiones de transporte para las minas, esta carretera privada también es recorrida por cazadores, fotógrafos y aventureros. Si vas a lanzarte a ella, debes tener agallas, gasolina y ropa adecuada para las gélidas temperaturas del Ártico.