Ontario, un buen punto de partida para los enamorados

Propuesta de matrimonio en las Cataratas del Niágara – Crédito: Destination Ontario
 

Canadá es un tesoro muy cercano a los mexicanos, geográficamente hablando. Un país inmenso, tan rico en naturaleza y a pocas horas de vuelo, es una gran opción para viajar en pareja, ya que ofrece un sinfín de experiencias espectaculares para una escapada romántica, aniversarios y cualquier celebración al amor.  ¿Por dónde empezar? Ontario en Canadá es un buen punto de partida. Te decimos las razones.

Toronto, arte y diversidad

La provincia canadiense que hoy nos ocupa tiene de todo y a distancias que se pueden recorrer en algunos días para disfrutar experiencias inolvidables. Lo más recomendable es volar primero a Toronto, la capital de Ontario, reconocida por su riqueza cultural que acoge a comunidades de diferentes países. Se dice que al menos la mitad de la población que vive en esta ciudad es extranjera, lo que le aporta un gran valor cosmopolita y una notable diversidad.

En invierno, la ciudad de Toronto se torna aún más encantadora, ya que la nieve trae consigo un ambiente festivo y mucha diversión, con experiencias que sólo se pueden disfrutar durante esta época. Una de las favoritas tanto de locales como de visitantes es el patinaje sobre hielo, que es posible en varios puntos. Con su famoso letrero con el nombre de la ciudad y una imponente pista, Nathan Phillips Square es uno de los imperdibles. ¡Sus luces nocturnas resultan la cereza del pastel! Otra opción para disfrutar de esta actividad de temporada es Bentway Skate Trail, que ofrece una pista de casi dos kilómetros en forma de ocho, decorada con arcos tan coloridos como auroras boreales, ¡no se parece a nada que conozcan! Además, es el claro ejemplo de cómo aprovechar el espacio debajo de una vía. Otro de los puntos que deben visitar para desafiar el hielo tomados de la mano es Union Winter en Union Station, de muy fácil acceso, rodeado por edificios imponentes e ideal si también buscan arte, música y actividades divertidas en la calidez de espacios interiores.

En Toronto, una parada obligada es la CN Tower. Por 30 años -hasta 2007- fue la más alta del mundo, con 553 metros, y siempre ha pintado el horizonte de la ciudad como un sello distintivo. Ascender hasta su plataforma de observación a 447 metros de altura les permitirá disfrutar abrazados de las mejores vistas de la ciudad. Definitivamente es el spot perfecto para jurarse, de nuevo, amor eterno desde las alturas. Un must de este lugar es el restaurante 360 que ofrece un ambiente íntimo con vistas espectaculares de la ciudad y una gastronomía exquisita.

Cuando cae la noche, las opciones para una cena romántica son infinitas. Toronto presume de una gastronomía mundialmente reconocida, y una serie de restaurantes galardonados por la Guía Michelin. Descubrir juntos la diversidad de sabores disponibles a lo largo de la ciudad será parte fundamental de su viaje. Algunas recomendaciones son Aburi Hana, que fusiona la comida japonesa con ingredientes locales; Alo con lo mejor de la cocina francesa; Don Alfonso 1890 con delicias italianas y una muy buena vista al Lago Ontario, además de Quetzal, con una parrilla de casi 9 metros, donde el maíz y México son los protagonistas.

Otra opción es DaNico, del chef Daniele Corona, donde el agasajo empieza desde que pongan un pie en el lugar, pues se aloja en un emblemático edificio antiguo. El cangrejo salvaje del Pacífico Norte, el solomillo de wagyu marinado durante 12 horas y el tartar de atún chutoro japonés son parte del menú. Si buscan algo más que delicias culinarias, disfruten de un auténtico espectáculo en el restaurante Kappo Sato, donde el chef cocinará frente a ustedes los mejores manjares de la cocina japonesa.

Tú y tu pareja podrán escoger ese refugio especial que hará su estadía más inolvidable, ya que el abanico de buenos hoteles en Toronto es amplio. Por ejemplo, el 1 Hotel Toronto es un espacio sustentable en el corazón de la ciudad, y Bisha Hotel resulta elegante en todos los sentidos. En la lista de recomendaciones también están el Four Seasons, cuyo spa es el oasis de locales y visitantes, así como Park Hyatt Toronto y W Hotel Toronto, que también son excelentes opciones.

Salud por el amor en las Cataratas del Niágara y Niágara-on-the-Lake

La belleza de Niágara ha sido inspiración constante para artistas y enamorados. De hecho, a esa región ubicada al sur de Ontario se le conoce como la "capital mundial de las lunas de miel". Para llegar a las Cataratas del Niágara bastan 90 minutos por carretera desde Toronto, aunque también pueden hacer el recorrido en tren. Disfrutar de este espectáculo natural en pareja es algo que todos merecemos vivir al menos una vez.

Estos imponentes saltos de agua, que se alimentan de cuatro de los cinco Grandes Lagos, son resultado de un proceso geológico que llevó miles de años hasta tallar las rocas. Lo que vemos en primera fila y con todo su esplendor es el resultado de tres cascadas donde fluyen más de 2.2 millones de litros de agua por segundo.

En el invierno el paisaje es cautivador y romántico. El clima fresco esculpe algunas formaciones de hielo que hacen que las cataratas parezcan congeladas, aunque eso no sucede en realidad, ya que su caudal sigue el camino sin importar la temperatura ambiente.

Cuando cae la tarde, los más románticos se deleitan con el espectáculo de luces sobre los torrentes. ¡Es mágico! Los colores iluminan la noche entre las 18:00 y las 20:30 horas (los horarios pueden variar según la temporada), los viernes, sábado y domingo. También podrán observar las cataratas desde otra perspectiva gracias a Journey Behind the Falls, un tour que los conducirá por túneles hasta pararse detrás de la caída de agua para presenciar la fuerza de la naturaleza.

Como era de esperarse, los hoteles que tienen vista a las Cataratas del Niágara son los favoritos. Despertar y ver este regalo de la naturaleza desde la habitación es un privilegio. ¿Dónde hospedarse entonces? Algunas opciones son Sheraton on the Falls, Hilton Niagara Falls, Marriott Niagara Falls y Fallsview Casino Resort.

Las Cataratas del Niágara no son el único atractivo de esta región. A sólo 30 minutos de aquí, encontrarán un lugar pintoresco, con corazón vinícola para brindar por el amor. Se trata de Niagara-on-the-Lake que produce etiquetas de gran calidad como Ravine Vineyards, Two Sisters Vineyards, Peller Estates Winery, Trius Winery y Strewn Winery. Esta última ofrece clases de cocina en la escuela Wine Country, así que aprovechen para hacer esta actividad juntos y aprender una receta deliciosa. Para cerrar el día, tomen un romántico paseo en carruaje jalado por caballos a través del pueblo, cuya calle principal es un Sitio Histórico Nacional.

No se pueden ir de la zona sin probar el muy famoso icewine o vino de hielo, que se produce desde hace una década. Sus uvas se recolectan congeladas y se procesan en el momento justo, para dar como resultado un dulce motivo para celebrar. Marida a la perfección con quesos de la región, con platillos especiados y postres. Por cierto, esta bebida tiene su propio festival, conocido como Niagara Icewine Festival, que se celebra en enero.

Blue Mountain, diversión extrema y relax en pareja

¡Es hora de esquiar! Si tú y tu pareja aman la aventura invernal, es momento de visitar el principal destino de esquí alpino en Ontario, ubicado a sólo dos horas de Toronto por carretera. Entre noviembre y marzo, podrán desafiar las montañas en esquís o practicar snowboard, con vistas increíbles que parecen sacadas de un cuento.

Otras opciones para continuar con la emoción son disfrutar de 42 kilómetros de pura adrenalina en Ridge Runner Mountain Coaster, hacer un recorrido por el puente colgante de Scenic Caves Nature Adventures o patinar tomados de la mano en el Woodview Mountaintop Skating, un circuito de poco más de un kilómetro, situado en medio de la naturaleza.

Por la noche deben salir a caminar por Blue Mountain Village, donde se respira un ambiente muy especial, con miles de luces que los harán sentir en una película romántica. Además, las experiencias gastronómicas los esperan; si quieren algo ligero, Cheezed es ideal con sus creaciones donde el gouda es protagonista, Chuck Burger los sorprenderá con hamburguesas exquisitas y en The Pottery Alpine Restaurant amarán la fusión de sabores locales con toques europeos.

Después de mucha diversión y aventura, regálense un día de relajación en Scandinave Spa Blue Mountain, un refugio ubicado en el corazón del bosque de la Escarpa del Niágara. Ahí, las albercas de hidroterapia al aire libre, los masajes rejuvenecedores y un ambiente sereno los invitan a desconectar y recargar energías.

Para hospedarse, el Westin Trillium House Hotel es perfecto porque se ubica a los pies de la colina. Si lo prefieren, hay casas fantásticas operadas por Property Valet y por Vacasa, que los harán vivir la fantasía de tener un hogar en las montañas.

Muskoka y el Parque Algonquin, cara a cara con la naturaleza

Al norte de Toronto se encuentra una conocida zona rural que famosos y turistas de todo el mundo han considerado, por años, un imperdible. Ahí la naturaleza se vive intensamente a través de vistas espectaculares, lagos, rutas para practicar esquí de fondo y más. También tiene fama de rica cocina y lugares maravillosos para relajarse. Hablamos de Muskoka y el Parque Algonquin.

Muskoka ofrece diversión para todos. ¿Qué tal les suena patinar por un sendero iluminado con antorchas tiki? Esto es posible en el bosque del Arrowhead Provincial Park. También podrán descubrir todo el proceso de elaboración del jarabe de maple en la propiedad familiar Sugarbush Hill Maple Farm o hacer senderismo en Limberlost Forest and Wildlife Reserve. No pasen por alto comprar arándanos en Muskoka Lakes Farm & Winery, una bodega con muchas delicias para degustar y llevar a casa.

En Muskoka podrán hospedarse junto al lago en JW Marriott, The Rosseau Muskoka Resort & Spa. Si tú y tu pareja buscan algo más íntimo, la mejor opción es Jayne's Cottages y sus cabañas de lujo inmersas en la naturaleza.

Por su parte, el Parque Algonquin es un tesoro representativo de la riqueza natural canadiense. Ver las estrellas ahí es un espectáculo que no deben perderse, además de disfrutar del esquí de fondo, caminar con raquetas de nieve o zambullirse en un lago congelado, si se sienten con ganas de intentar algo nuevo y retador. Si desean alojarse en medio de la naturaleza, reserven una cabaña de madera, súper cómoda y de belleza incomparable en Voyageur Quest Outfitters.

En esta región canadiense, el invierno cobra un sentido mágico, digno de románticos empedernidos que quieren pasar días inolvidables. ¿Están listos para hacer maletas?