El solo hecho de estar en la Columbia Británica, ya sea como residente o visitante, implica estar cerca de la naturaleza. Siempre. No importa el lugar de provincia en el que te encuentres. Incluso en los recovecos de nuestros centros urbanos, el entorno natural tiene un impacto profundo en aquellos que consideran a la Columbia Británica su hogar. Una de las formas más fáciles de conectarse con la naturaleza es ponerte tus tenis preferidos y explorar algunas de las rutas urbanas de las ciudades.
Vancouver: el malecón del parque Stanley
En Vancouver, todo está impregnado de naturaleza. Ya sea que estés tomando un café en Gastown, admirando una pieza de arte en una galería recóndita o comprando tesoros en Robson Street, podrás gozar de vistas de las montañas y del océano. Y, aunque siempre estés cerca de algún espacio verde, la joya indiscutible de la ciudad es el parque Stanley. El parque está en la lista de cosas para hacer o ver de todo visitante y los lugareños están igualmente encantados. Haz una caminata después de comer por el malecón asfaltado de 10 kilómetros que rodea el parque de 400 hectáreas o explora el frondoso bosque tropical por senderos de tierra interconectados. Aprende sobre la vida marina de Vancouver en el afamado Acuario de Vancouver, juega nueve hoyos cortos en el campo Pitch & Putt del parque Stanley o siente la arena escurrirse entre los dedos de los pies mientras contemplas el Pacífico, todo a escasos pasos de un vibrante centro urbano.
Richmond: la ruta Dyke
En la ciudad multicultural de Richmond —situada en la isla Lulu y rodeada del río Fraser y del estrecho de Georgia— puedes disfrutar de algunas de las mejores comidas chinas fuera de China. También puedes aprender sobre el rol de los canadienses japoneses en la pesca comercial de la ciudad de fines del siglo IXX o ir de compras a uno de los centros asiáticos del distrito comercial Golden Village. Hay mucho por ver y hacer en el concurrido centro de la ciudad, pero es esencial pasar un tiempo al lado del agua. Las rutas West Dyke y South Dyke de Richmond, bonitas y llanas, son perfectas para una caminata de bajo impacto o para andar en bicicleta, con vistas de los canales navegables circundantes y de las montañas de la Cadena Costera. Comienza en Terra Nova, desde el Aeropuerto Internacional de Vancouver, donde puedes ver el ir y venir de los hidroaviones, y luego dirígete hacia el sur, al histórico pueblo de Steveston, donde puedes premiarte con un festín de mariscos recién capturados.
Victoria: el sendero regional Galloping Goose
La capital de la provincia representa una mezcla integrada de lo nuevo y lo viejo, con un imponente telón de fondo marino. El pintoresco centro, con su arquitectura de fines del siglo IXX, tiene una apariencia impecable. En todas partes hay arreglos florales y tiene muchos parques y jardines cuidados para explorar. El Museo Real de Columbia Británica es una cita ineludible, como también el paseo marítimo a lo largo del Inner Harbour, un canal muy transitado que alberga barcos privados, taxis acuáticos, embarcaciones para avistamiento de ballenas, terminales para hidroaviones y más. Los residentes de Victoria tienden a ser bastante activos; de hecho, las personas que a diario usan bicicleta para trasladarse representan la mayor concentración del país. Una de las rutas más populares de la ciudad es el sendero regional Galloping Goose, una antigua línea ferroviaria que comienza entre los callejones urbanos del centro de Victoria. En su recorrido de 55 kilómetros, atraviesa paisajes que van desde tierras de cultivo hasta tierras salvajes. “The Goose” es parte de The Great Trail, un sendero multiuso que atraviesa Canadá de costa a costa.
Whistler: Valley Trail
Si bien Whistler se conoce internacionalmente como el principal destino de esquí de Norteamérica, tiene mucho para ofrecer durante todo el año. Fabulosas experiencias gastronómicas, tiendas de alta gama para ir de compras, una intensa vida nocturna y una cantidad sorprendente de galerías de arte están rodeados de experiencias al aire libre que incluyen paseos en canoa, rafting en aguas bravas, avistamiento de osos, deslizamiento en tirolesa… y la lista continúa. Para conocer los alrededores de la villa y los barrios adyacentes de Whistler, explora la ruta Valley Trail a pie o en bicicleta. Optimiza tu aventura con una delicia recién horneada de Purebread en el vibrante centro comercial Function Junction y luego, sigue la ruta en dirección al norte, hacia el barrio tranquilo de Creekside y más allá.
Kelowna: Knox Mountain
Kelowna, ubicado al lado del lago en el corazón de la tierra del vino de la Columbia Británica, es un lugar para visitar si deseas deleitarte con comida autóctona fresca y algunos de los mejores vinos de la provincia. En los meses de verano, las playas y los parques costeros de la ciudad son muy concurridos, y las coloridas y aromáticas huertas son un regalo para los sentidos. Dirígete a Knox Mountain y sube hasta la cima, a 300 metros sobre el nivel del lago, para apreciar una vista imponente de Kelowna, el lago Okanagan, los viñedos locales y las montañas al rededor.
Kamloops: Battle Bluff
Kamloops está en la intersección de los ríos Thompson del norte y del sur, en el interior semidesértico de la Columbia Británica. El centro de la ciudad ofrece todas las comodidades urbanas, pero aquí la principal atracción es la naturaleza. La ciudad de Kamloops está rodeada de prados, colinas cubiertas de artemisia y desfiladeros de arenisca. En las cercanías hay más de 100 lagos, incluido el estrecho y prolongado lago de Kamloops, y el paisaje está poblado de chimeneas de hadas. En el costado norte del lago está Battle Bluff, un sendero de dificultad moderada de unos 90 minutos que culmina en una vista amplia del lago de Kamloops y de los prados que lo rodean. ¡No olvides tu cámara!